A mi amigo más fiel, a mi buen compañero,
hoy dedico mis versos a su recuerdo,
a quien debo la vida y todos mis sueños;
a ti mi lindo perro hoy yo te verseo
este humilde poema. ¡Cuánto te quiero!...
Aún recuerdo los días, en que con tu empeño,
con alegres ladridos, a veces lastimeros,
transformabas cual risas, ¡Tú, fiel compañero!
inyectando alegrías…¡Oh tú, mi fiel perro!
¡caminando a mi lado, mi cancerbero!...
Y en tu noble mirada, veía el amor ciego
que por mi tu sentías, y eras sincero,
cuando alzabas tus patas aproximando
a mi altura tu rostro, cual si tu quisieras,
al ponerte a mi altura, alcanzar el cielo,
para luego correr, feliz el albero...
©️Roberto Santamaría
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