Si la noche fuera eterna,
iluminarías mi camino,
me guiaría por tus pasos
y el sonido de tu voz.
Si andar fuera imposible,
la esperanza de tenerte
bastaría para elevarme
y prenderme de tus labios.
Si leyera en tu silencio
la respuesta que anhela
abrazar mi desconsuelo,
ante la duda que generan
en mis días tus miradas;
te amaría eternamente,
aunque fuera en secreto,
en otro mundo paralelo,
donde nadie logre ver
en el brillo de mis ojos,
que deseo encontrarte
dos minutos en mis sueños.
Eric Rancol González