Caigo al negro vacio,
conmigo caen lágrimas,
algunas me humedecen
mis brazos ya no aletean
como al principio resignados
a la succion infinita,
por momentos me acostumbro
pero a veces lloro tambien.
Por mi.
Por los que amo y sufren.
Cierro mis ojos y veo
sus rostros mirándome,
algunos gritan
apenas oigo lo que dicen
y la caida negra cesa un segundo,
pero es solo una sensación
no hay viento en la infinidad.
Solo deceo despertar
si es que es un sueño
o ver alguna luz
mi garganta se abre en la oscuridad
para gritar que los amo
siempre y en muchas vidas mas.