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**-Relato: La Vileza en Camisas de Balas-**

Relato Narrativo Ficticio Corto: La Vileza en Camisas de Balas

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG



Era una ciudad llena de buenos amigos desde la infancia. Juegan y se divierten desde niños. Son Pedro, Jose, Luis y Leopoldo...Son los cuatro amigos inseparables de la ciudad de Jukuyu. Crecieron y se enamoraron perdidamente de las mujeres. Uno, se enamora de la hermana de José, y el otro se enamora de la hermana de Luis, son Pedro y Leopoldo. Mientras que José, y Luis, continúan en la búsqueda experimental de ser amor puro y sincero que nos regala la vida en el corazón. Son cuatro buenos amigos… Pero, la mala vida les llega sin prisa, tarde pero seguro, como siempre, a la edad de veinte años, la vida fue “buena….” pero, llego lo inesperado un francotirador a la zona en la ciudad de Jukuyu para combatir con unos “delincuentes” de la zona… Entra a la red de narcotraficantes Jose, el mayor de todos, que encontró su desgracia en un bar de mala muerte por buscar “mujeres” para divertirse. Le ofrecen un puesto como armador de combates, el sin saber que era lo acepta le urgia el dinero y lo necesitaba para alimentar a su familia. Va en busca de un combate, de su primer combate,lo adiestran disparando y ya sabe como hacer disparos sin que le tiemble la mano. Pasan ocho meses,y es el mas diestro del combate de la red. Lo echan pa fuera, pa la calle,a combatir una de las zonas de peligro para el francotirador que nunca supo su nombre hasta el final. Le sigue a gran sombra, la muerte, la condena o la desdicha, lo sigue la oscuridad, las sombras ocultas de la media noche se preguntan: ¿que hacemos aquí?, y Jose, entre la vida y la muerte se debatia su inesperado futuro. Esa noche cambatio como todo un héroe,pero, no hubo mucho movimiento esa noche. El, quería presentarse ante el francotirador mas buscado por la policía,por los oponentes de la red, y hasta un sicario y un psicópata llamado Federico, era muy perseguido por la red entre la ciudad de Jukuyu y la contigua a ella Jukeyo. Se torna inseguro, denso, frío en la piel y mas aun en la noche fría, vislumbraba poder y desgracia, todo aquello que el solo sabia era disparar a quema ropa y a quien sea. Se acerca el momento de otro combate para Jose, ya la amistad entre los cuatro desapareció,solo quedaba el en el cuadrilátero aquel en donde eran cuatro amigos inseparables. Ahora, quedaba un triangulo, sin una punta menos. Pero, esa punta seguía invisible, viable, estaba ahí aunque nadie se fijaba en ella. Jose, apurado se olvido de todo cuando se le vino encima el combate nuevo de esta noche. La cálida aventura,la somnolencia,el frío no era complicidad para no permitir que terminara algo que empezó sin saber que nunca terminaría. El que entra no sale sino muerto, en un manicomio,o peor aun en la cárcel. Se lo advierten, pero, el no escucha. El solo quería y creía terminar algo que duraría exactamente como la guerra de la red del narcotráfico. Jose,un buen muchacho de la vecindad,ahora era el peor enemigo de esa red. Llega otra noche mas, sale a combatir a esperar que sucederá y nada pasa y siempre con su calibre alto y dispuesto a matar. Se concentra mas y mas en la agudeza de sus sentidos. No sabe leer ni escribir bien, pero, tiene una inmensa “vileza en camisas de balas”. El francotirador ya se va de la zona, nunca supo quien era ni su nombre llego a saber,pero, camino por la puerta y logro ver un tatuaje, el tatuaje que desde niños se hicieron en el ante brazo derecho. El, también lo tenia, quedo en shock,con miedos fríos, con el temor de ser matado o liberado para siempre, no era Luis,Pedro, o Leopoldo, pero, siempre a el le quedo la sospecha de saber de quien se trataba. De niños se hizo ese tatuaje un día cuando Leopoldo le dijo que su padre se había hecho un tatuaje en el ante brazo. Y todos por jugar también se lo marcaron, una marca que duraría y para siempre. Entonces, se dijo que era el padre de Leopoldo… Busco enseguida a Leopoldo,y Leopoldo ya lo esperaba en la sala de su casa con su rifle mas grande del que el poseía. “La vileza en camisas de balas”, se veía llegar en que camisas en la de Leopoldo o Jose. No se sabe a ciencia cierta, el solo se imagino, que sí quedaba vivo de las garras de Leopoldo su padre lo mataría,y que sí moría seria libre de todo. El, no había hecho nada ni disparado su calibre a nadie, solo vigilaba con tanta vileza, que le apoderan “la vileza en camisas de balas…” Hablaron quedaron mas enemistados que nunca,la gran atracción, el fuego entre las balas ya se veía venir, el dolor, el pasaje vivo a muerto, de la vida a la eternidad, el vuelo sin destino, el cielo o el infierno, se veía llegar, discutieron a gritos, se veía venir, herida, una punzante y escalofriante escena, entre dos amigos que ahora eran enemigos, no había nadie que los separara no había tiempo ni seguridad entre ambos amigos o enemigos. El tiempo esperaba como se espera en el altar a la novia, como una eternidad que callaba la inmortalidad del cielo, de la luz y del viento, el aire consenso y frío soplaba en la puerta y en las ventanas y sucumbio todo aquello que era deseo de vengar lo que quiso vengar el honor de su hermana que la dejo maltrecha sin antes casarse con ella. En sus ojos se vio el corazón atiendo pulso a pulso, gota a gota, sangre con sangre, y se dijo que hubo un silencio aterrador, unos disparos que atemorizaron el vecindario y en la ciudad de Jukuyu… “La vileza en camisas de balas”, socavo tanto en la mente ajena,que perpetró un mal desenlace, tras que la red sigue con sus fechorías los dejo que entrara a su cuerpo la vil tormenta de balas a su cuerpo… Cuando Leopoldo le gano la contienda a “la vileza en camisas de balas....”. Y cayo al suelo,sin tiempo, sin vida, sin amor propio, sin Dios y con los ángeles con los cuales nunca debes de hacer tentar, el cuerpo murió, como un vil, y sanguinario suceso en suspenso, con ira, con dolor, con sepultar todo aquello que era odio y rencor, “la vileza en camisas de balas” cayo al suelo como sí fuera un mojigato entre todas aquellas balas…. El tiempo paso de todo aquello,la mentira fue sorpresivamente mas y mas, y la audacia de tentar en carne propia a jóvenes fue en aumento. Pero, quedo algo y fue el tormento de la vida, de la verdad y de la sensata cobardía de proseguir un camino cuando la naturaleza y el mal sigue persiguiendo a lo que nunca debería de seleccionar el mal. Quedo el tatuaje en marca y otros niños siguieron el juego del tatuaje,quien sabrá,quien sabrá...