HABLANDO DE SOLEDAD
La soledad hiere si es abandono.
No es indiferente, cuando no duele acoge.
Duele la soledad de lo que se llevó la guerra.
Como en Europa y las montañas muertas
donde las piedras reclaman una gota.
Esa es la soledad que desespera.
Pero mi soledad es un estado del alma.
Y hay tantas almas junto a la mía.
Tantos seres en la humanidad
con la misma fe y la misma vida.
Fe de quien sabe que hay más
con el mismo pensamiento.
El mismo sueño de ser hermanos.
Cómo puede haber soledad
si en mis manos flota una estrella.
Por momentos a esta soledad
solo le hace falta tu voz entrando.
Medellín, Col. 20 -11 - 2017
J. Eladio Ospina Zapata