La fatiga del día, nuevamente me ha derrotado
acostado encuentro tu mano
la tomo en la mía
y la dejas, como entonces
aquel día primero
que las tomé entre las mías
bebiéndote en besos
siendo nuestro el universo
que se hizo nuevo
en la conjunción de dos cuerpos
llevados por las almas.
Hoy, en esta noche
rendidos de vivir
recuerdo en tus manos
la vida que vivimos
las tormentas pasadas
la lujuria de las cosas vivas
de cada una de las muertes encontradas
todo pasa entre nuestras manos
siendo recuerdos y deseos
que serán más de una vez
entre nuestras miradas
en cada beso
como la vida misma
y tu mano entre las mías
en esta penumbra ya cansada.