argantonio

El cajón de los olvidos

Una carta en un cajón arrinconada,

es como una bicicleta vieja,

es una apagada queja,

un beso, una palabra ya olvidada.

 

La mano que al escribir,

de emoción temblaba,

a veces de alegría te reías,

a veces no sabías lo que hacías,

si de pena o de gozo lloraba.

 

Ahí están las cartas

sin destino,

como un tren en vía muerta,

como una casa sin puerta,

como alguien que no conoció

su sino.