Mi amor, no, no me importa tu pasado
pues sé que has sufrido mucho en la vida;
a nadie das tu amor marchito, estás herida
mortalmente y este dolor te ha marcado.
¡Ríe, ríe mi amor, deja tu tristeza de lado,
ay, que si no ríes, mi amada querida,
inventaré sonrisas que te den nueva salida
rememorando alegrías que habías olvidado!
Brotará en ti un nuevo amanecer pleno
todo de inmenso amor, arribará el velero,
¡ése, sí, bien cargado de sueños lleno!
Intenta ser feliz, brilla cual ese lucero
lindo que, como yo, aunque muy ajeno,
nunca, jamás, te abandonará. Te quiero.