Amanecen las ideas
raspadas en el pavimento,
miran desfilar escépticas
la trama del mañana,
sin ninguna pertenencia.
Un saquito de hadas
revolotean en el contorno
de sus parpados caídos,
señalando con un beso
las marañas de su cuello.
Sola, la mujer de sal remoja
los pies a orilla de las estrellas,
acariciando la hoja en blanco
de aquel mundo interior.
~ BlackSwan