alejandro fozar

XXXI. Pagana

 

Diáspora de mi sangre cada mañana,

desnudar con tu ombligo mi oración,

peregrinar por tus sueños de pagana

meterte almíbar al corazón.

 

Mis llagas con tu sal se untan

cortesana del Cesar y de Dios,

no valgo ese madero que despuntas

ni las manos que empuñan un adiós.

 

Me crusificas cada día y me desclavas,

me suturas con saliva, como has querido,

dobla otra campana por un cuerpo redimido.

 

Mujer vuelvo a mi medida deshuesada,

Cristos que desdeñe por tu piel curvada

y cruzo desde tu templo,... consumido.