Entre sombras de un mundo muy lejano,
de planetas, en danza misteriosa,
transitabas cual bella dama hermosa,
guardando tu secreto el más arcano.
El amor deseado de un humano,
la amante enamorada, más celosa,
y creyendo encontrarse tan dichosa,
olvidando otro amante casquivano.
Cabalga entre centauros fustigados,
golpeando su grupa con furor,
pues busca los amores más sagrados.
El Dios Zeus, que se erige en protector
de Artemisa, su amores adorados,
guardó con tanto celo en su interior
©Roberto Santamaría
Collado Villalba – Madrid – 27/10/2017