Debajo de la piel, como tormenta
La sangre estalla en derroteros nuevos
Y un latido voraz, agazapado
Crece en el ritmo intacto del deseo.
La piel estira su desamparo
Exhalando jazmines y silencio,
Redime altivo el fulgor de la mirada
Ignorando las voces, y los ecos
…sólo un temblor de ausencia
La traiciona antes del alba
Trago de sol, vértigo rugiente
Indóciles capullos floreciendo
La sed entera.
Como en un temporal, la marejada
Reclama territorio y se repliega.
Aquí en la superficie
Amanezco sentada
En el contorno de un suspiro.