Quisiera no volver a pensar en ti...
pensar qué mi vida volverá a ser
lo que siempre fue... ¡cuando éramos
felices!... ¡cuando eras mi luz!,
ahora... mi cuerpo descansa
en un lecho vacío, sin amor...
besar otros labios para qué,
si tú calor no he de encontrar,
sentir otra piel, no tiene significado,
si no me hará percibir...
¡lo que en la tuya vibré!,
¡Te añoro tanto!...
que no logro distinguir
el día de la noche,
me ahogo en mis silencios...
muero y resucitó en cada
luna, en cada puesta de sol...
cuando mi pensamiento vuelve
hacia ese momento...
en qué me entregue a ti...
siento un enorme hueco
en mi corazón...
¿Dónde estás bien mío?...
¡No ves que mi alma
grita tú nombre al viento!
¡Para que presuroso vaya hacia ti!...
y te entregue, ¡esté amor tan tuyo!
¡cómo me duele tú ausencia!...
le pido al sol, a la luna, a la brisa
qué depositen en tus labios
esa caricia que no puedo entregarte...
¡qué no puedo sentir!
¡Mi alma tiene frío de muerte!,
¡tiene hambre de ti!
extiendo mis manos y,
no hay más que un horrible vacío,
una profunda soledad,
mi espiritú te reclama,
mi piel te llama,
creo morir de amor...
sin ti... sin mí... sin nosotros