Al parecer, al buen amor no le interesan los credos
ni la raza, religión o verdades contadas con dedos
parece que tampoco tiene piel, aunque ahí escribe
lo que pide, lo que da, lo que quita o lo que recibe
Festejando crepúsculos, se lanza sin paracaídas
en caída libre, llenando de vértigo nuestras vidas
sin importar porqué, nos viste de él en justa talla
porque cuando de amor se trata, la razón estalla
Te lo digo sabiéndolo porque he nacido carbón,
como trapo tirado al suelo, o desafinada canción
Y tú en cambio, pareces haber nacido diamante
azul, diáfano, excelso y hermosamente radiante
Y sin embargo me permites respirar en tu aliento
la primaveras que en mí, ya se ha llevado el viento
y tu otoño se engalana dulcemente suave y tierno
sin importar que en mí, sea inminente el invierno
Al parecer, al amor le importa poco que muramos
o vivamos siendo sumisos esclavos, o grandes amos
si un día nuestra piel es escrita con la bella literatura
de mil besos y caricias, todas colmadas de ternura
Pero al parecer el mismo amor ha pasado por alto
eso que que sin percatarme me ha tomado por asalto
tu diáfana mirada, que en parsimonia bebo sin prisa
y el alegre canto, de tu mágica y bendecida sonrisa.