Del rosa al amarillo, surges flor,
que adornas y perfumas los jardines.
¿Qué extraño?, con su olor tú no fascines,
ni caigas tú rendido con clamor.
Del rosa al amarillo el resplandor
y el color de las dalias y jazmines,
cual notas que acompasan los violines,
en tanto vuelan al aire un son de amor
Edades del amor, prenden temprano,
entre esos muchachos, quizás bisoños,
cual son los amoríos en verano…
¡Más ay de los amores en otoños!
si prende el corazón de aquel anciano,
y comen dulces frutas de madroños…
©Roberto Santamaría
Collado Villalba – Madrid 30/10/2017