Ansío a una dama con sonrisa de seda,
Bailarina apasionada de elegancia sin fin,
Rodeada de luz que de la luna hereda,
Danzando con ella al compás del violín.
Y libre baila cual Camelia en infinito verdor,
Luciendo su traje incrustado en la piel,
Los pétalos su vestido, zapatillas su color.
Y yo como el colibrí en busca de su miel.
Luego vienes a mí acabando la espera,
Fouetté, fouetté, si tan solo pudiera
Al instante tomas de mi mano ¡ah!
Es un Pas de deux, ¡toi et moi !