He levantado mis letras, con parsimonia y fervor
Alzando la voz del silencio, gritando a la vida y al amor
Se ha llenado mi alma, con heridas hoy cerradas
Esas que me enseñaron caminos, cuando no tenía nada
El grito de esta humilde poesía
No es para callar el silencio de un corazón
Ni para gritarle al alba, lo que por dentro tenía
Cuando la soledad lo abrazaba, sin compasión
He atrapado el susurro, del viento en mis oídos
Y he contado las glorias, que no he alcanzado
Cuando llore, lo hice porque lo he sentido
Y cuando he reído, lo hice porque he ganado
Cuando ame, lo hice porque lo sentía
Y entregue mi amor, sin pedir nada
Abrí mi pecho, porque nada escondía
Y deje ir, por lo que tanto lloraba
Sí… He alzado mi voz silenciosa en estas letras
Pidiendo me escuchen con atención
Plasmando un sentimiento, que en el alma penetra
Y se queda clavado en el corazón…