Muchas veces es necesario, se hace vital
hacer un paréntesis en la vida,
tomar un anhelado descanso,
alejarse del día,
apartarse de la rutina,
del bullicio de le gente en la ciudad,
que nos agobia, nos consume, nos perturba
atrapa nuestro tiempo, nuestras emociones.
Ese breve y pequeño espacio nos lleva a cavilar
y sobre todo a reflexionar,
en experiencias, vivencias quizás de diminutos errores
para trasformarlo en mejores acciones,
para crecer como seres humanos.
En ese instante serìa el momento ídoneo para explorar sentimientos
para chequear pensamientos y revisar el pasado, mejorar nuestro presente
y pensar en un mejor futuro como seres humano.
Llegó la hora de esa tan añorada pausa,
analizando momento tras momento,
acción por acción para fortalecernos,
recargar el alma de buenas energías
continuar esta nueva etapa con mucho optimismo.
La vida es muy corta y cada ciclo que se abre debe concluirse,
de esta manera aprendemos grandes lecciones,
infinitas enseñanzas y un interesante aprendizaje.
Dependerá de cada uno de nosotros ser o no mejores personas
en nuestro contexto.
Al final de esa pausa o de ese breve descanso
obtendríamos una exquisita paz espiritual.
Artemisa
Noviembre 2017
Caminos Inciertos
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