¡Tú!
¡Amor efímero!
Arañaste mi piel,
Desgarraste mi ser,
Sin dejar nada de mí.
¡Tú!
Alma etérea tan preciada,
Cuerpo azul con mirada inefable,
Diablo enmascarado.
¿Dónde estás?
Ahora que ya no vivo,
No estas
Me abandonaste en un oasis
Oscuro y lejano,
En ríos ensangrentados
de melancolía me hundí.
Deje caer mi espíritu,
Llegando al vacío,
Llenando mi interior de desesperación,
Tedio y odio.
Volando voy,
Hacia distancias inimaginables,
Hacia órbitas desconocidas
Llegué a mi lápida,
En donde perdí mi corazón.
Estoy aquí sentada,
Completamente dejada
Bebiendo de mis lágrimas,
En un vaso quebrado.
Despojada de esperanzas
Entré a mi tumba,
Flotando entre nubes grises
Me pregunté:
¿Qué hago yo aquí?
En la eterna miseria.
En la vida muerta.