Entre caminos grises
nuestras almas se van,
dejando fantasmas atrás
(en el brete del recuerdo).
En los caminos bifurcados
respiré tu cercanía
transpirando así, tu lejanía.
Como diente de león
te fuiste,
me fui,
–Nos fuimos–
nos fuimos
con el viento
entre fragmentos rotos,
separados por aquello
que también nos unió.