Símbolo de vida, portadora de saber,
Refugio incansable, ternura viva;
Espíritu de garra emprendedora,
Eres mujer, firme luchadora;
¡Eres madre!
Corazón que arde,
Con ímpetu divino,
Semblante del amor;
Defiendes a tus hijos
Con valor indoblegable,
Nos enseñas los secretos de la vida,
¡Madre querida!
Salvación segura para el alma perdida,
Tan sublime y tan humana,
Eres tú madre peruana,
Maestra y alumna a la vez.
Dejas de lado paganas diversiones,
Por lograr la superación,
Tienes muchas ilusiones.
De tú lado está la diosa del saber y la virtud.
¡Eres paz, eres quietud!
Multiplicas diariamente el pan para tu familia,
No importa cuan duro vivamos,
Ni cuan mal esté la economía,
A pesar de eso madre mía
Tú nos das el sustento,
Nos proporcionas el alimento
Material y espiritual.
Hoy te rindo mi homenaje,
Con el corazón henchido
De desbordante sentimiento,
Quién podrá decir que miento
Si como tú no hay ninguna,
Del hijo eres la fortuna;
¡Madre, amiga, maestra, compañera!,
¡Reina de mi vida entera!
Amor, cariño ¡aquí está tú niño!
Que ofrece a Dios para ti una oración,
Con todo su corazón.