Un dialogo en silencio, con lágrimas, corazón acelerado,
corazón lacerado; impotente, extremadamente triste,
excesivamente despierto y casi paralizado.
No sé qué hacer,
sufro diariamente,
mi cuerpo titirita entero,
he intentado de todo,
no me encuentro bien,
siento que he fracasado,
este mundo no es para mí,
no tengo más fuerza,
no tengo más alegrías,
hasta las lágrimas me han abandonado,
mi vida está dejando de tener sentido,
el mundo se aleja de mí.
La vida me contesta:
Cuáles han sido sus logros mayores hasta hoy,
que estaciones ha recorrido!.
Dónde quedaron sus alegrías y satisfacciones!.
Dónde se encuentra su paraíso de recuerdos!
Cómo logro sobrevivir en tiempos difíciles!
Cuántos seres y personas han pasado por su vida!
Cuál es la mejor biografía impregnada en su memoria!
Cómo logro sobrevivir al cambio de situaciones!
Cuántas veces cambio de lugar!
Cuántas veces sintió que se moría!
Cuándo piensa declarar la guerra al pasado y al futuro!
Cuándo empieza a crear y vivir el presente!
Lo hasta ahora vivido fue quizá una ilusión caliente,
un sueño ardiente que ahora está frío y causa dolor.
Contesto: preguntas, preguntas, mil preguntas,
un millón de respuestas, necesito luz, necesito el brillo del sol,
correr a través del verde y perfumado,
escuchar voces nuevas, jóvenes,
sonoras y llenas de vida y energía.
Lo hasta hoy vivido, no fue pensado por mí,
simplemente se dio, fuera de mí, sin repetición alguna,
sin retroceso posible y sin corrección ninguna,
siento que crecido en años y experiencia.
En la profundidad de mi alma y espíritu,
vive la serenidad y la fuente de lo nuevo no planificado.
Siento mi cuerpo exigiendo lo perdido,
mis pupilas se ensanchan buscando la luz,
mis ojos se mojan de alegría,
el momento de sufrir y padecer paso ya,
ahora empiezo nuevamente,
no de cero, ni de nuevo,
sólo hasta que nazca y se oculte el sol, nada más….
Walter Trujillo Moreno, Septiembre 2017