Jose Adolfo

Poetante puerto

La ventisca nos susurra

trae la canta del tiempo

intangible procura arrear las velas

 

Teñidas de luz

agotadas embarcaciones se dan a la caricia

soñolientas imponen armonías

 

Por el amor a la deriva

un borracho alza su copa

deambulante hiere al faro solitario

 

Los poetas se dan a la faena

humedecen sus naufragios

 

Esta noche trenzan su palabra

miradas que van al confín

la congoja detiene alegrías

hilvanan esperanzas

tejen futuros

silente rueda la gota de lágrima