Arnoldo Bermúdez

La promesa (continuación de poema Bailarina soñada)

Terminando la danza te alejas un poco,

Cortando en mí la felicidad momentánea,

Das una vuelta y con tu aroma me aloco,

¡Mon Dieu! ¡Qué belleza más espontánea!

 

Y bailas y ríes y sueñas y amas,

Y arrojas un beso tal cual una lanza,

Trazando el verso que al aire declamas,

Que me busca, me toca y me alcanza.

 

Y me rindo ante ti, hermosa doncella

Como un caballero lo hace ante su señor,

Así Como las musas y el príncipe escritor,

O como cupido sucumbe ante amor.

 

Me rindo ante ti mi noble princesa,

Combatiré por ti cualquier aflicción,

Estaré ahí siempre, esa es mi promesa,

Aun  si me falta la respiración.