Una ciudad en ruinas, ya es mi vida,
hoy que ya te marchaste, nada queda,
ya será de las bestias, su guarida,
será como reserva, puesta en veda,
hasta que en muchos años, demolida,
por el gran abandono, que depreda,
lo que fue florecido, en abundancia,
y que ahora se perdido, en la distancia.
Pronto florecerá, si tú regresas,
antes que la intemperie, cauce efecto,
ya cesarán tan pronto las tristezas,
brotando flores, de tono perfecto,
mostrando todas juntas sus bellezas,
con panorama, lleno de intelecto,
como alguien que ha sanado, sus heridas,
o el que recuperó, joyas perdidas.