Crei encontrar el paraíso
en esas islas soñadas.
Sin saberlo, fue el purgatorio
para el infierno que en Sevilla
a los dos nos esperaba.
De repente!
En el carro ensangrentado*
se embarrancaba en los hoyos
de calabozos aislados.
Fueron pasando los días
separado de ese amor
que a gritos: Sandra!
yo la llamaba...
Pero no oía mi voz.
Nos llevaron a un palacio
unidos por pulseras aceradas
donde gente sin escrúpulos
a los dos nos separaban.
Ella fue para su infierno
en Alcalá de Guadaira
para mí Sevilla uno (otro)
de murallas y altas rejas
con cortantes alambradas.
Hoy por fin puedo expresar
un poco mis sentimientos...
Escribiendo espero la solución
para salir amor mío,
en libertad de este infierno.
* Mercedes vane roja
Poema 1 16 de Diciembre de 2015