Mírate que tranquila, mirando la tarde tranquila viendo desde no sé qué perspectiva lo que vemos todos, como si puedieses entender lo que dice el viento contra los árboles.
Cuando te tumbas pareces un desierto cansado,
cuando te bañas un barco extrañisimo que se da vueltas y muerde el agua.
Y tú que sabes qué las palabras están llenas de ilusiones frustradas ladras tranquilamente a la tarde tranquila.
A veces pienso que los perros tienen un hombre dentro y otras que nos falta mucho de perro para ser humanos.