El vértigo del desconcierto
un oasis de verdades a medias,
enjambre de abismos traidores
donde reptan las serpientes ebrias
En media calle
danzan las marionetas decapitadas al rumor del tango
entre golpes de marea y agua mala
Los perros se orinan en las esquinas
ante la mirada satírica de los pasajeros
< taxis cargados de apuros que no acaban
y corazones golpeando el propio pecho >
Por senderos torcidos de cañaverales secos
los ratones huyen aterrados
bajo una llovizna acongojada
y una liviana bruma que esconde la siembra
trayendo la paciencia del perico ligero
Escamados caballeros
vociferan en los humedales
< espectrales fantasmas cabalgando sobre dragones >
mientras las meretrices se desnudan
frente a obsesivas miradas suicidas
/ oscuras como la sepultura de verdugos crueles /
Un vagabundo aterrizado
recuerda lo que le dijo el barbero:
para alcanzar el reino celestial hay que afeitarse
y tomar el tren antes de que el sol asome
El voceador del diario
difunde a viva voz una noticia
\"en el camposanto
cincuenta y dos guacamayos
a las serpientes deshonestas sepultaron\"