Te amaré hasta la muerte,
hasta que el sable o la suerte amaine,
hasta que la bala me remate,
hasta que tú aspires y lo desees.
Te querré hasta la muerte,
sacaré fuerzas de flaqueza sin contraparte,
te apoyaré y con mi espalda te cubriré,
será un honor taparte y resguardate.
Si tu lo deseas, mientras tú quieras,
seré fiel a ti y consecuente,
con tus aliados y detractores,
no juzgaré tus actos ni los criticaré.
Te adoraré hasta mi muerte,
porque tú también lo haces,
siempre me valoras y apoyas,
y al fin y al cabo, una pareja es eso,
una pléyade de loas y sínergias.