Esbozo de un baile
hecho silueta etérea.
Curvas y sonrísa, vivas en
la geografía de trémulos dedos.
Satín borroso atrapado en
el asedio de ojos engrandecidos.
Ávidos de encontrar el
trino del ruiseñor.
Epistola sepultada bajo
tintura de volcán.
Nombre hecho susurro
que serpentea entre pluma y tintero.
Reminiscencia que va y viene.
Que se oculta detrás del ocre de las hojas,
y nada entre cañas sin anzuelo.
Voz evanescente que se hace
velo de luna, que vive en el seno
de estrella lejana. En el cuerpo
de arpa suave.
Terciopelo de rosa,
de acento de roble,
de pluma de halcón,
de sueño níveo.
Octavio Márquez.