Me acerco más y más a la infinita locura
Y en mis dedos ya sobra la finita cordura
Me queda solo renunciar a la compostura
El vencedor real es el que siempre procura
Inalcanzable es aquel que entiende la premura
Y el que encuentra un feo espacio, una sucia ranura
Es el que conquistará a la vanidosa cura
Me cuestiono tristemente en mi fugaz ventura
¿Acaso soy un lienzo sin tanto de pintura?
¿Acaso soy un vertebrado sin estructura?
Ya en mí no existe parecido con la escritura
Él siempre al oído cosas raras me murmura
Dice que los sueños solo viven en la altura
Y que jamás en lo real ninguno perdura