Otredad

Tanto de todo

Que lindo todo, hasta la mugre que teniamos que nos hacía olvidar de esas agonias al menos algunos días. Que asco el dolor y la melancolía que fugazmente nos arruinaron el día.
Que lindura la juventud, tanta virtud que solía terminar en encierros o mambeos que nos hacían sentir que vivíamos en el infierno.
Que taladrante el sistema nos limitaba tanto, vivíamos una condena.
Tantos qué, tantos porqués y yo acá pensando en un mundo al revés.