Carlos Hurrle

La receta

 

 

Amoroso verso será mi dulce receta de mi tierra.

Envuelta en trozos y dulces de palabras, se me hace agua el antojo, las horas largas, cociendo, picando, amasando, preparando suspiros, sonrisas, miradas, besitos, cumpliendo.

Comprender la receta es ideal, dicen… perfectas medidas de ingredientes hallados en el fondo del tazón de la batidora roja, pasión derretida a fuego alto de paciencia, mezcla exacta hasta que sonría, tiempo de amor, hacerlos comunes en la hora bendita única de la recreación.

Algunos empalagosos poco más más que menos fincan altares al cuarto tiempo, celebran el gusto por el sacerdocio de semidiosas, monjas enclaustradas, abuelas y algunas personas de a pie, que a la menor excusa cantan salmos profanos por la santa azúcar y su eterna dulzura.

Recostado en su placer le sabe amor, olor, genialidad y gratitud.

Aroma creado en tierras manjares para conquistados paladares.