Vislumbré tu efigie
a un costado del horizonte,
un instante
y afloraron mis desvaríos,
un destello
y renacieron mis sueños clandestinos,
lacerante alucinación
tenerte aquí conmigo.
Porque no sé
si el silencio tiene memoria,
si en mis letras
tus pupilas aún buscan nuestra historia,
o si en la soledad
mi esencia aún evocas,
y no sé
si tú aún me añoras... ©