Laguna tranquila de aguas cristalinas,
que en tu superficie reflejas
las estrellas que titilan,
al pasear a tu lado se respira,
un aroma que embelesa
y el alma ilumina.
Vives rodeada de abetos y encinas,
buscando que te protejan
de los vientos que te agitan,
vientos que al pasar por sus ramas gritan,
sollozan y se quejan
porque no te acarician.