Heme aquí, ante Moscú ...
en Moscú,
y me da la bienvenida
con una sonrisa llena de sol.
Me hace guardar
paraguas y botas de lluvia.
El clima es lo de menos,
Moscú me ha esperado
sin importar los años,
los cambios,
la distancia.
Teníamos, lo sé ahora,
una conversación añeja
un día interrumpida,
que hoy en la Plaza Roja vamos a reanudar.
Hablaremos despacio,
intensamente,
durante muchas horas
visitando Catedrales.
contándonos secretos,
historias, sueños, realidades,
temas muy guardados
en nuestros corazones.
Iré con las mujeres
de cabeza cubierta
a encender una vela
en esa pequeña Catedral
ya una vez destruída y una vez restaurada,
donde se venera
a Nuestra Señora de Kazan.
San Basilio me espera,
construcción imponente,
con sus siglos de historia, de música, de incienso,
de luz y oscuridades,
tan diversa e intensa.
Afuera de ese Templo, los árboles de lilas,
de mágicos colores,
de aromas seductores
como los del pan bendito,
me darán la bienvenida.
¡¡ Qué encuentro tan hermoso !!
¡¡ Con tantas emociones,
con tanta historia antigua,
con tantas remembranzas,
con tantas esperanzas
de un futuro feliz !!
Hoy hemos conversado
y Moscú con su sonrisa soleada y cariñosa
me ha dicho !! ADELANTE !!
ve por la felicidad.
¡¡ Hasta pronto, Plaza Roja !!
¡¡ Espero un nuevo encuentro,
querido San Basilio,
y a Tí nos encomiendo,
Señora de Kazan !!