Misteriosa llama creadora,
poderoso pincel del viento:
¿dónde están, ojos de diamante?
¿dónde estás, lápiz apresurado?
¿dónde estás, mano danzante?
Así espero tu repentina aparición,
en la ducha en compañía del agua,
o rumbo a la escuela en el camión.
Me pregunto si vas de flor en flor
atendiendo nuestras aclamaciones,
o si al mismo tiempo nos socorres
dividida proporcional a las pasiones.
O quizás eres la diosa de los poetas,
de los músicos, de los pintores,
y omnipresente, omnipotente
vas colmándonos de tus dotes,
tomándonos como instrumento
para hacer resonar tu secreto...
secreto ancestral del tiempo,
secreto nacimiento del universo.