Caminar entre oscuras sombras
rayando el sol con su claro día,
avanzar sin temor y sin demoras,
pretender lo que no se pretendía.
Rasgar de nuevo sobre piel heridas,
tragar hiel, caer cuando ascendía,
alargar los minutos de las horas,
disfrazar con hojas lo que vestido traía.
Es llamarle pensando ¡señora!,
otorgar sin descuido ajeno título,
comer del vómito la sobra,
estar viciado, alimentar apetito,
ser insensato cuando prudencia amara,
cambiar libertad por nombre cautivo.