Jana-Maia

Yo, pecadora

Si amarte es pecado, confiésome pecadora.

Condeno mi alma al fuego abrasador de tu infierno.

Entrego mi cuerpo a las llamas del deseo.

 

Si amarte es pecado

¿Por qué siento mi corazón pleno?

¿Por qué no temo a la condena eterna?

Sólo deseo el calor de tus besos.

 

No, amarte no es pecado.

Es un sublime milagro.