La bella natura mándote nacer,
con ojos tan calmos, ríos de aguamiel;
la bella natura mándote crecer
indóciles lomos, bríos de corcel.
La bella natura mándote ostentar
unos dedos tibios, de piel encantada;
la bella natura, no quiso olvidar
colmarte en fragores de hierba mojada.
La bella natura, mándote nimbar
y en lirismo tenue, tu voz ensalzar.
La bella natura, se sienta a observar
grácil y etéreo, tu paso al andar...