En ese color que falta en el arco de la lluvia
se me extravió algún deseo.
Estaba allí mientras llovía o en brillos de sol,
pero se fue en esas luces.
Ni siquiera sé cuál es el color ausente.
Tampoco puedo saber, aunque vislumbro,
si es mi sentir esa imprecisa imagen
que yo advierto delineada tras la lluvia
como si ésta fuese un cristal esmerilado.
Lo deforman mis ansias que imaginan,
en mi oquedad de arena, lo que se llevaron
años de azarosa singladura.
Intuyo que hay un color prohibido.
Y sé que hay un espectro invisible de colores,
que hay matices que no vemos.
Seguramente en los deseos más profundos
hay cegueras que no ven más allá de los sentidos.
De mi libro “De trazos del borrador”. 2017 ISBN 978-987-4004-51-2