Felizmente
Creo en la palabra paz y en el hombre
que la pronuncia.
Amo los labios que reventaron
pidiéndole al mundo oraciones y cantos
perpetuos.
Amo a los peregrinos castos que nacen
de las alboradas
y desposan banderas blancas.
Amo a los mensajeros que vieron
cortadas sus voces tempranamente
por espadas y fusiles y no me callo por eso.
Porque mis ojos dirán:Qué exploten los labios,
también las orejas y el pelo
y los ojos de nuevo.
Revienten por la paz todos ellos.
Todos ellos!!
Incluidos los cuadros que penden de las
paredes sencillas,
las piedras de los caminos no abiertos.
Incluidas la voz de los muertos y mis
hermanos todos,
y mi novia y mi madre, mi lapicero
y mis versos.
El canto tuyo y mis párpados
¡Y todos nosotros mil veces!!!
Felizmente creo en abril
y en las margaritas.
Creo en las voces que rasguñan
los corazones anunciando
alboradas libres.
Creo en los hombres.
En tí creo. En tí creo.
Creo en tí.
Creo en tí.
Creo en tí.