Desde antes de nacer descubrí lo que es el dolor
mi madre cayó por accidente en un día de calor
llegué a este mundo cuando no era tiempo todavía
causando preocupación en lugar de alegría.
En mis horas de infancia conocí la frustración
cuando obligada salía a alguna representación
mi temor era tanto que al frente me sentía
abandonada por todos y eso sí que dolía.
De niña y adolescente solo tenía un encargo
no podía disfrutar de mi edad por tanto recargo
debía estudiar mucho y destacar académicamente
lo único que importaba era lo que tenía en la mente.
Ya de joven me di cuenta de lo que había perdido
por no manifestar a tiempo lo que hubiera querido
era tan difícil hacerlo cuando nadie te escuchaba
porque era débil, indefensa y sin valor para nada.
Bordeando la madurez conocí el sincero amor
tenía miedo de aceptar que no venía con dolor
pensé que nunca me iba a enamorar de ese modo
y decidí cambiar algunas cosas por tenerlo todo.
Lo que tuve que dejar me causó mucha tristeza
pero no lo cambiaría ahora ni por toda la riqueza
amo lo que tengo, lo que vivo, lo que hago
aunque muchas veces no me guste mucho el pago.
Más ahora al plasmar en papel todo mi pensar
me doy cuenta que todo esto me tuvo que pasar
para ser más fuerte, indomable y decidida
que harán que en todo aspecto mejore mi vida.