Lupercio de Providencia

No puedo olvidar...

 

 

Ya se oscurece está todo en silencio,

el mundo, el cielo, la noche de estrellas,

cae la lluvia que oculta a las aves,

vidrioso el aire y se enlutan los sirios.

 

Se desorienta en el pulso la vida

cual cisne ciego que viaja muy lento,

curvado el hombro se enfrenta a corrientes

la rosa erguida parece de piedra.

 

Y las espigas se inclinan al viento

viaja un gemido a las olas del mar,

corren las gotas de pronto en mi rostro.

 

A tantos años aún sigue la espera

del gran amor que ha calado mi esencia,

por más que trato y no puedo olvidar.

 

 

 

Lupercio de Providencia