Luisgarcia30

Tiempo

Aguja valiente,

fría e imparable.

 

Continúas tu latido

impasible, tu columpio,

tu ajedrez. Sigue,

no puede parar.

Él no puede parar nunca.

 

Y tú, sólo te esfumas como la luna.

Nuestros tristes navíos,

navíos tristes,

vuelan como la espuma.

Él no puede nunca parar.

Nada se detiene,

nunca.