Roberto V

Desenfreno

Nos envolvimos en un desenfreno, donde las horas no existieron Consumidas las velas nos alumbró el alba Que se metíó en nuestras sábanas   En el viejo espejo azogado quedan nuestra noches, el cristal empañado nos esconde de imprudentes miradas   El reloj detenido, no ha sonado el tañir de campanas Hasta el frío ha quedado congelado en su sitio Nosotros en tibio abrazo reposamos Hasta tanto renazca el amor en el cuerpo