Flores púrpuras, árbol de flores púrpuras;
paso frente a él cada mañana,
con paso lento contemplo sus tenues dulzuras,
alzo la vista a cada pétalo de la flor lejana.
Flores dotadas de belleza y silencio,
que con el viento bailan las ramas,
sobre flores vivas que ante mí presencio,
de tonalidades púrpuras que tanto amas.
Flor púrpura que en tu esencia guardas
las lluvías que cayeron sobre ti,
la semilla que entre tierra y raíces resguardas,
los secretos y lágrimas confesados por mí.
Cuando la primavera llega anhelando clemencia,
cada flor de tu árbol cae, vuela al viento,
arrebatada a otros horizontes con violencia,
como si los colores de la época te quitaran el aliento.
Eres árbol de frío, eres flor que congelada naces,
eres árbol de noches y flor que cálida muerta yaces.
Flor púrpura, me atrevo a decir que nos parecemos,
te propongo que ausentes y calladas soñemos.
Quiero ser parte de ti, quiero darte vida estando muerta,
que de mi pecho broten tus raíces,
ser la esencia de la flor que cae a mi tierra de vuelta,
llenando el suelo de flores convertidas en tapices.
Deseo volar contigo a horizontes distantes,
alzarme al viento y dejarme guiar,
ser una con el movimiento de los aires calmantes,
hacerme polvo con la tierra sin paso atrás dar.
Árbol de flores púrpuras que me hacen amarte,
no soporto más el mirar sin poder tocarte.
Si los demás preguntan a dónde fue,
diles que atrapada, escondida entre tus flores me quedé.