Hoy que acontece nuestro mediodía.
Hoy que es el jueves de nuestra semana.
Hoy que están madurando las manzanas
que sembramos ayer, con alegría
Siento que en tu lugar yo sentiría
que la abundante lucha cotidiana
nos promete promesas mas mundanas
que las que, años atrás, nos prometía.
Y que, de vez en cuando, debería,
aunque a la fecha los dos peinemos canas,
decir cosas que antes te decía
porque me gusta, y se me da la gana.
Decirte que te quiero todavía.
Y te querré más mañana a la mañana.