A. Martinez

Pareces.

 

Pareces el rostro de un cuento.
La mirada profunda, buena,
que sorprende y agita las palabras,
cayendo por sorpresa
sobre los ojos que la encuentran.

Los labios sanos,
playas silvestres
que despeinan el oleaje,
abriendo las ventanas
de incontenibles sueños.

La expresión fija,
suave, retadoramente fértil;
piel redonda iluminada de vida,
enmarcada entre el follaje
tranquilo del cabello.

Pareces la voz de una paloma,
la luz de un despertar tranquilo
que viene a seducirnos,
la bendición que se mece
entre las aguas y las flores.

Eduardo A. Bello Martínez
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