Edmundo Onofre

CAFÉ

CAFÉ

 

Café auténtico,

virginal,

café puro, aromático

que embriaga con su sabor.

Quise endulzarle, pero con letras

y así nacientes... dulces palabras.

 

Una cucharada...

y sobre ella treinta y una letras

que al revolverlas forma:

“Eres el más sensual ser que he visto yo.”

Todavía no endulza...

otra cucharada a la taza,

Dieciséis letras:

“La fantasía soñada”.

Aún una pizca falta, seis letras:

“Mi amor.”

 

Café amargo,

grato;

endulzado,

mejor...

y con palabras, las dulces,

mucho mejor.